jueves, 16 de marzo de 2017

Un fenómeno que no lo es tanto

Una fuerte lluvia con su consecuente inundación, crecida de ríos y deslizamientos de lodo y piedra en las carreteras aledañas a los montes tanto en la zona centro como en el norte del maravilloso Perú, así se denomina a un mal llamado 'fenómeno' del Niño, y aunque los estudiosos del tema tengan un amplio abanico para refutarme la anterior premisa, es preciso que la aclare.

Que es un fenómeno; y cito: "El concepto de fenómeno natural se refiere a un cambio que se produce en la naturaleza. A veces se forman daños que suceden cuando se ha realizado una ocupación inadecuada del territorio." -desde la wikipedia.

Regresando al tema.

Lo que llaman 'Fenómeno del Niño' no es errático ni es un cambio sino un ciclo que ya conocemos, en algunos años se dá con mayor o menor intensidad, pero siempre se dá y sabemos cuando va a ocurrir -todos los años entre los meses de febrero y marzo- por lo que llamar fenómeno a un ciclo natural que (hablando solamente del Perú) siempre ocurre, es algo muy jalado de los pelos y por poco, ridículo... entendiendo ésto, podemos deducir que éste 'fenómeno' no debería tener la fuerza para hacernos tanto daño, sin embargo la tiene.

Comprendo que saldrán los naturalistas a decir cosas como 'contra la naturaleza no puedes hacer nada' o 'la naturaleza es la fuerza mas potente del planeta' y tendrían razón, pero si uno se pone a pensar un poco y dice 'si todos los años en éstas fechas ocurren este tipo de catástrofes, huaycos, lluvias, crecida de ríos, etc. ¿no podemos hacer nada con la experiencia que tenemos?', es en éste punto donde el fenómeno pierde su condición como tal y pasa a ser solamente un ciclo natural.

¿Entonces cuál es el problema? ¿porqué estamos tan indefensos frente a algo que sabemos que llega todos los años, entre tales meses y que también conocemos sus consecuencias?

La respuesta es muy simple y estoy seguro que mas de uno ya la tiene en la punta de la lengua.

Para empezar, si dejamos de decirle 'fenómeno' y simplemente le decimos 'temporada' la cosa cambia, porque ya se asume que el ciclo de las lluvias y huaycos es esperada.

Pero ya dejémos la semántica de lado, para quien quiera.

El problema somos nosotros, las personas, que sabiendo que el ciclo normal de huaycos, lluvias e inundaciones llega en febrero, no hacemos nada por prepararnos, no hacemos nada por mejorar, no tomamos medidas y por el contrario, vemos la forma de como sacarle provecho (el cáncer del Perú es la viveza criolla, pueden revisar una publicación que realicé hace un tiempo respecto a ello, click acá) aún arriesgando la vida, bienes muebles o animales, eso ya no importa.

La situación es realmente preocupante y no hablo del ciclo de huaycos en el país, si no de la casa que fué construída en el cauce del río, es decir, del vivaso que pensó que era una buena idea construírla en ese sitio porque en julio estaba seco... una vez mas, la viveza criolla en su máximo esplendor; saben que el estado los va a apoyar, reubicar y si tienen suerte, los compensan económicamente y les dan un nuevo terreno, no ven que son damnificados. Las personas construyen donde otrora existió un cauce natural de un río, pero que por temporadas o incluso años, el caudal del mismo es mínimo. Crean casas, asentamientos humanos, invasiones y pueblos jóvenes cubriendo quebradas y canalizando ríos, pensando que la naturaleza va a ser benévola con nosotros solo por el hecho de ser humanos.

CANALIZAR RÍOS, la mayor estupidez que se puede ver en nuestras ciudades... ponerle límites de concreto de unos 8 o 10 metros a un río que su cauce natural es de 80 o 100 metros... ahora como le decimos al río que respete lo que el municipio decretó como su sitio para que transcurra sin perjudicar a los parroquianos que buenamente han construído sus casas gracias a la canalización.

No politizaré el problema porque el tema de echarle la culpa al gobierno está demás, que municipio aprueba las construcciones en los cauces de ríos y quebradas y que municipio no lo permite, debería ser tema de alguien mas versado en casos de corrupción y manejo de influencias (contraloría tal vez ¿?)... pero pensándolo bien... de que podríamos quejarnos con ellos, si solamente son el reflejo de nosotros, el pueblo, del criollo vivaso, del pendejo que le saca la vuelta a las leyes y lo celebra un 'jueves de patas' con otros tan vivasos como él.

Estamos observando diariamente por televisión y redes sociales, como los ríos y huaycos entran por pueblos enteros a través de sus calles y casas, arrasando con todo a su paso buscándo simplemente su cauce natural y un desfogue que el agua y el lodo no hallarán... ahora bien... ¿qué creen que pase cuando el temporal acabe? yo les diré lo que ocurrirá... no pasará absolutamente nada, la gente seguirá viviendo por donde ya sabe que pasa el río, seguirán construyéndo lo que la quebrada se llevó y harán como si nada hubiese ocurrido ... claro... hasta que el temporal del niño nuevamente tenga elevadas magnitudes y se repita la historia. Una lástima por las vidas que se han perdido y mis condolencias sinceras para quienes se han enlutado con la fuerza de la naturaleza.

Siempre existirá el factor riesgo, accidentes por crecidas de los ríos o deslizamientos fortuitos por las condiciones climáticas impredecibles y donde saldremos perjudicados por 'x' o 'y' motivos, es lo normal porque vivimos en un mundo así, pero de eso no trata el presente tema.

La naturaleza nos odia? diosito nos ha abandonado? o es simplemente que nuestra estupidez es tan grande como nuestra irreverencia a la naturaleza?

Y para finalizar el tema, concluyo con una frase que me gustó desde que la ví y cae preciso en casos como éste:

Para cuando se acaben los rezos.
No jueguen con la naturaleza.
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